Según un reportaje publicado por el medio digital Región2.cl, la senadora de Renovación Nacional (RN), Paulina Núñez Urrutia, se ha consolidado como una de las figuras con mayor influencia política en la Región de Antofagasta. Su nombre despierta tanto admiración como controversia: mientras para algunos representa liderazgo y gestión territorial, para otros encarna un estilo político marcado por el control en los nombramientos de autoridades y el favoritismo hacia su círculo más cercano, práctica conocida popularmente como “apitutamiento”.
De Seremi a figura de poder en una década
El rápido ascenso de Paulina Núñez —desde Seremi de Gobierno hasta el Senado en apenas diez años— ha sido posible, según el reportaje, gracias a una meticulosa capacidad para posicionar a personas de su confianza en puestos estratégicos de la administración regional. Durante el segundo gobierno del expresidente Sebastián Piñera, varios de sus cercanos asumieron cargos de alta responsabilidad, consolidando un mapa de poder con epicentro en Antofagasta.
Entre los nombres más recurrentes destacan:
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Edgar Blanco (RN), exintendente y posteriormente Subsecretario de Minería, descrito por la prensa regional como uno de los “protegidos” políticos de Núñez.
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Marco Antonio Díaz Muñoz (RN), también exintendente, proveniente del mismo círculo político.
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Rodrigo Saavedra (RN), exdirector del Serviu y último intendente antes de la disolución del cargo, considerado parte del equipo más estrecho de la senadora.
Según Región2.cl, estas designaciones reflejan una estructura de poder tejida con precisión, donde las alianzas partidarias se entrelazan con relaciones personales de confianza.
El bastión del norte: poder y liderazgo sin pedir permiso
En Antofagasta, Paulina Núñez es vista como la principal articuladora de RN y una de las figuras con mayor control sobre la orgánica regional. En reiteradas ocasiones, la senadora ha defendido su estilo político afirmando que “los liderazgos se ganan, se construyen y se ejercen sin pedir permiso”. Para sus críticos, sin embargo, esa frase resume una concentración excesiva de poder y una tendencia a desplazar a otros referentes del partido.
El medio Región2.cl señala que su influencia no se limita a la región. Núñez proyecta un liderazgo nacional, buscando fortalecer su posición dentro de la colectividad e incidir en las decisiones políticas de Chile Vamos. Diversas fuentes coinciden en que la Región de Antofagasta se ha transformado en el bastión político de su grupo, una suerte de enclave desde donde articula su poder y toma decisiones estratégicas.
La nueva jugada: Daniela Castro, su carta para el Distrito 3
La reciente irrupción de Daniela Castro Araya, abogada y militante de RN, marca un nuevo capítulo en la estrategia política de la senadora.
En declaraciones recogidas por Región2.cl, Núñez no dejó lugar a dudas:
“Es nuestra carta en Renovación Nacional y cuenta con el respaldo de las bases y de nuestro equipo político”.
La definición pública de su candidata ha generado tensión dentro de Chile Vamos, especialmente porque en el mismo distrito ya ejerce un diputado del partido, José Miguel Castro (RN). El movimiento ha sido leído como una maniobra para ampliar su control político y proyectar su influencia electoral, incluso a riesgo de abrir un conflicto interno.
En los círculos de RN, algunos han acuñado una frase que resume la jugada:
“Daniela Castro es la nueva invención de Paulina Núñez.”
Disputa interna y proyección nacional
La promoción de una nueva figura —en detrimento de un diputado en ejercicio— ha sido interpretada por analistas como una señal de fuerza y autonomía de la senadora, que busca consolidar su hegemonía dentro de la colectividad.
De acuerdo con Región2.cl, la elección en el Distrito 3 podría transformarse en un campo de batalla doble: no solo entre oficialismo y oposición, sino dentro del propio Chile Vamos.
Mientras tanto, la figura de Paulina Núñez sigue creciendo en visibilidad y controversia, proyectándose como una de las líderes más influyentes —y más cuestionadas— de la política nortina.