Primero que todo, debemos comprender que el lenguaje sin duda crea realidades, es por esto, que no es antojadizo, el cambio cultural que hemos tenido como país respecto a la forma de tratar ciertas temáticas.
Hemos ido con el tiempo, aprendido a cambiar nuestra forma de comunicarnos, como por ejemplo, el referirnos a personas en situación de discapacidad, la cual antiguamente utilizaba términos peyorativos que no corresponden a un trato igualitario y en equidad.
Así mismo el lenguaje respecto al VIH y las ITS, también ha ido modificándose para poder entender y enfocar su uso a una forma correcta y de respeto.
Macarena Leyton, psicóloga del Hospital Regional de Antofagasta, y monitora de VIH en Arpevih, junto con otra colega, comenzaron hace algunos años a trabajar intensamente en apropiar y acuñar nuevas formas comunicativas de referirse a esta temática.
¿Qué es el lenguaje asertivo en la temática del VIH?
Entendamos primero, que el lenguaje es un sistema de códigos, en el cual se designan los objetos del mundo exterior, sus acciones, cualidades y relaciones entre los mismos. “Sirve para influir en las personas, los mensajes comunicativos al ser un estímulo, busca provocar una conducta deseada en el receptor”, según Aristóteles, por lo tanto y desde ahí nace su importancia al referirnos.
Entendemos entonces, distintos tipos de comunicación:
• Comunicación verbal de tipo oral u otras como la lengua de señas o los signos del braille, etc.
• Comunicación NO verbal como la corporal o la icónica.
¿Qué es entonces, el lenguaje asertivo?
El lenguaje asertivo es la capacidad de respetar los derechos propios y los ajenos, y poder expresar de manera apropiada los sentimientos y pensamientos sin producir angustia o agresividad. Se le llama asertividad, a la habilidad en el campo de las habilidades sociales, socializar en respeto y equidad, entendiendo el respeto a la hora de comunicarse.
Las personas asertivas tienen la capacidad de reconocer e identificar sus necesidades y hacérselas saber a otras personas con firmeza y claridad. A la vez, aceptan que éstas tienen exactamente el mismo derecho de hacerse valer. Por esta razón, expresan sus ideas o reclamaciones con cortesía y escuchan con respeto las reclamaciones o ideas que manifiestan las demás personas, señalan Neidharet, Weinstein y Conry (1989).
La conducta y la comunicación asertiva son habilidades sociales que pueden desarrollarse para mejorar la calidad de las relaciones.
¿Cómo influye el lenguaje asertivo en personas viviendo con VIH?
Los estereotipos e imágenes sociales son unos de los grandes obstáculos frente a los cuales las personas viviendo con VIH deben luchar para alcanzar la integración social, por ejemplo al no aplicarlos, caemos en información errónea en relación al desconocimiento del virus, o cómo se adquiere, y por ende afirmaciones que se manchan de prejuicios sociales heredados.
¿Tienen poder las palabras que usamos entonces?
Claro que sí, las palabras tienen PODER. Un uso INCORRECTO de las mismas puede traer como consecuencia que se generen percepciones que no se adecuen a la realidad y que pueden ESTIGMATIZAR o generar una imagen social negativa. Usarlas correctamente, promueve la prevención y el ejercicio de los derechos humanos de las personas viviendo con VIH y sus familias.
En la siguiente gráfica, les comparto los cambios del lenguaje para usar de forma óptima respecto a la temática:
Todas estas nuevas formas del lenguaje, se caracterizan por una parte a entregar información fidedigna sobre el tema y por otra, a no estigmatizar a las personas viviendo con el virus del VIH. Si se percatan, ya no usamos la palabra portador, porque el VIH, no se porta, es una infección que tiene tratamiento, pero que no se puede eliminar de nuestro organismo hasta el momento.
Tampoco se usan palabras como sidoso, infectado, etc, ya que son palabras que llevan una carga social comunicativa. La forma correcta es decir, persona viviendo con VIH, ya que finalmente eso es, y no corresponde aplicar juicios sobre ésta.
No se utiliza tampoco contagio, ya que la forma de adquirirlo es responsabilidad personal, el VIH no se contagia en el aire, sólo de trasmite por prácticas sexuales no protegidas.
Cuando se habla de VIH, no debemos usar la frase, fluidos corporales, porque al hacerlo caemos en la equivocación de incorporar todos los fluidos que tenemos, es decir, se incluirían, las lágrimas, el sudor, etc, y eso es incorrecto porque el virus sólo se adquiere por ciertos fluidos específicos, como el semen, la sangre, le leche materna etc.
Finalmente, el VIH y el Sida son cosas distintas, está correcto decir, virus del VIH, porque el Sida es una etapa del virus, de la cual se puede regresar a estar en etapa VIH, cuando se genera el tratamiento. La persona vive con VIH, pero no está con SIDA.
Periodista: Solange Villanueva Llanos
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