Las Fiestas Patrias en Chile constituyen una ocasión especial que conlleva un aumento en el consumo de alimentos fuera del hogar, en lugares como fondas, carritos y restaurantes. Esta práctica, aunque festiva, conlleva un riesgo significativo de contraer enfermedades transmitidas por alimentos (ETA) debido a la manipulación inadecuada de los mismos. Por ende, es esencial tener precauciones que garanticen la seguridad alimentaria y la salud de los consumidores.
Al optar por alimentos en lugares de venta masiva, se debe verificar la disponibilidad de agua potable y servicios sanitarios adecuados. No menos importante es asegurar que quienes manipulan los alimentos mantengan buenas prácticas de higiene y que existan restricciones claras entre las personas que manejan dinero y las que preparan las comidas. Estas medidas son fundamentales para prevenir la contaminación cruzada y la propagación de agentes patógenos.
Existen diversas recomendaciones que los consumidores pueden adoptar para mitigar el riesgo de enfermedades. Un aspecto clave es el lavado frecuente de manos con agua y jabón; en su defecto, el uso de gel antibacterial puede ser un recurso eficaz. Asimismo, se sugiere optar por alimentos bien cocidos y evitar la ingesta de hortalizas y frutas crudas, las cuales pueden ser fuentes de contaminación. Además, es recomendable limpiar la superficie donde se consumirán los alimentos para eliminar cualquier residuo perjudicial.
Ante situaciones que podrían comprometer la salud pública, la responsabilidad de alertar a las autoridades recae sobre los mismos consumidores. En Chile, la SEREMI de Salud es la institución encargada de fiscalizar los establecimientos de venta de alimentos. Las denuncias pueden realizarse a través de su página, facilitando así la intervención adecuada para salvaguardar la salud de la población. En casos de contraer una ETA, es el deber del centro de salud informar a la SEREMI, quien estará a cargo de investigar el brote y establecer las acciones pertinentes.