José Antonio Kast llegó al Salmon Summit 2025 en Frutillar con un mensaje claro y sin matices: restaurar el orden, liberar la inversión privada y devolver la competitividad a la industria del salmón. Durante su intervención, el líder republicano criticó duramente al gobierno actual, advirtió sobre el avance del crimen organizado en las regiones y propuso una agenda de desregulación profunda, rebaja de impuestos y recuperación institucional.
“Aquí no se trata de favores, se trata de que el Estado deje de estorbar”
Kast comenzó su intervención con un emotivo minuto de silencio por víctimas de la delincuencia, para luego trazar un paralelo entre la tenacidad del salmón y la resiliencia del país:
“Dicen que el salmón es terco. Nada contra la corriente porque tiene un propósito. Nosotros también tenemos uno: devolverle a Chile la seguridad y el crecimiento que ha perdido”.
En ese tono, criticó el abandono del Estado en el sur de Chile y denunció que la permisología y las trabas burocráticas han asfixiado al emprendimiento, especialmente a la salmonicultura.
“Relocalizar una concesión en Chile demora más de ocho años: eso es sabotaje institucional”
Un solo expediente aprobado en 10 años
Kast reveló que, desde que se aprobó la ley para relocalizar centros de cultivo de salmón, se han presentado 210 solicitudes y solo una ha sido aprobada en una década.
“Esto no es regulación. Es sabotaje institucional. Aquí estamos todos de acuerdo: técnicos, académicos, empresarios. Pero nada avanza porque el Estado está paralizado”, sentenció.
Crítica frontal a la ley Lafkenche: “Se ha convertido en un chantaje político”
Uno de los puntos más duros de su discurso fue su evaluación de la Ley Lafkenche, que permite solicitar espacios costeros de pueblos originarios:
“Lo que partió con una finalidad legítima, se ha desvirtuado hasta convertirse en una herramienta de chantaje político”, dijo, asegurando que más de mil solicitudes mantienen proyectos paralizados en la macrozona sur.
Propuso restablecer el poder de veto de las Comisiones Regionales de Uso de Borde Costero (CRUBC) y aplicar sin titubeos el dictamen de Contraloría que habilita ese control.
“Chile necesita un shock de crecimiento, no parálisis”
Rebaja de impuestos, menos regulación y gasto público eficiente
Kast planteó un plan de acción basado en tres pilares:
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Desregulación sustantiva: racionalización de trámites sin afectar estándares medioambientales.
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Rebaja efectiva de impuestos: para incentivar inversión y producción.
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Reducción del gasto político improductivo.
“No estamos pidiendo subsidios. Lo que la industria necesita es libertad para crecer y reglas claras”.
Seguridad: “Los criminales deben saber que su único destino es la cárcel”
En su cierre, el candidato republicano volvió a su eje de campaña: la seguridad.
“No vamos a negociar con delincuentes. No vamos a tratar con amor a los criminales. Vamos a aplicar todo el peso del Estado, sin complejos”.
Y concluyó:
“Chile volverá a ser un país donde las personas puedan trabajar en paz, caminar tranquilos y donde los emprendedores no tengan que rogarle al Estado para invertir”.
Una apuesta sin ambigüedades
El discurso de Kast conectó con buena parte del público asistente, compuesto por empresarios, trabajadores y autoridades locales. Su tono directo y promesas de desburocratización, mano firme y reformas estructurales lo posicionan como uno de los presidenciables con una agenda más radical de cambios para la salmonicultura, especialmente en el sur del país.