El sistema de salud de Antofagasta enfrenta una crisis palpable debido al déficit de especialistas médicos. La renuncia de aproximadamente 400 profesionales en los últimos cinco años agrava la situación, evidenciando una problemática estructural que afecta directamente la calidad y accesibilidad de la atención sanitaria. La carencia de profesionales en 17 especialidades médicas esenciales, como medicina interna, cardiología, psiquiatría, traumatología, anestesiología, oncología y neurología, dibuja un panorama particularmente alarmante.
La comisión investigadora ha revelado que la brecha en estas especialidades asciende a un mínimo de tres jornadas semanales equivalentes a 44 horas, imposibilitando una cobertura adecuada de la demanda asistencial. Esta insuficiencia no solo implica una sobrecarga laboral para los profesionales existentes, sino que también deriva en largas listas de espera y potenciales retrasos en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.
Adicionalmente, la formación de nuevos especialistas representa un desafío significativo. La Universidad de Antofagasta, como única institución regional que ofrece la carrera de Medicina y programas de especialización limitados, se encuentra bajo presión para satisfacer la creciente necesidad de profesionales.