El más reciente Indicador Nacional de Crimen Organizado (INCO), elaborado por el Centro de Estudios en Seguridad y Crimen Organizado (CESCRO) de la Universidad San Sebastián, sitúa a la Región de Antofagasta entre las tres zonas con mayor concentración de delitos vinculados al crimen organizado en Chile.
El análisis, que abarca los años 2022 a 2024, muestra un incremento sostenido de casos en la región: de 2.458 en 2022, a 2.738 en 2023, y 3.104 en 2024, totalizando 8.300 delitos en el periodo. Estos datos confirman la creciente vulnerabilidad de la macrozona norte frente a las redes delictivas.
Antofagasta lidera la estadística regional con 1.845 casos registrados en 2024, seguida por Calama y Tocopilla. En tanto, la comuna de Ollagüe presentó una de las tasas más altas del país, con 639 delitos por cada 100 mil habitantes, solo detrás de Colchane, en Tarapacá.
El informe advierte que factores como la alta proporción de población extranjera (14%), la insuficiente presencia policial y la desigualdad socioeconómica contribuyen al avance del crimen organizado en la zona. Además, plantea la existencia de un “efecto globo”, donde el reforzamiento de la seguridad en áreas urbanas estaría desplazando las operaciones criminales hacia comunas fronterizas.